Si sientes que te quedas sin tiempo para escribir, te tengo buenas noticias: no eres el único.
Vivimos en un mundo lleno de distracciones y estamos bombardeados de información a todas horas.
Los días pueden volverse caóticos y más cuando estás organizando tu tiempo para escribir un libro.
Tienes tantas ganas de compartir lo que sabes con el mundo, pero por alguna razón en particular el tiempo se nos va de las manos.
Es una situación frustrante ¿no?
A pesar de haber escrito más de 11 libros, todavía tengo días que son un completo caos.
Tengo todo mi plan semanal organizado con los días que me voy a sentar a escribir.
Pero de repente sale un compromiso de último minuto o sucede algo inesperado que requiere tu atención.
Es ahí cuando nos encontramos con el verdadero reto.
Y si todavía no te acostumbras a una rutina de escritura, cuesta mucho recuperar el ritmo de lo que estás haciendo.
Te has retrasado uno o dos días y, por consecuencia, no quieres usar tus días de descanso para reponerlos.
Si te ha pasado, no te sientas mal.
Cuando comencé a escribir Secretos del Pasado, hubo ocasiones en las que me pidieron quedarme más tiempo en el trabajo.
Esto me frustraba porque ya tenía todo mi plan hecho. Pero cuando me desocupaba, encontraba algo de tiempo y aplicaba una técnica que me permitía escribir más rápido en menos tiempo.
Si te has retrasado por cualquier situación y tienes un espacio libre en tu agenda, usa este tiempo y sácale el máximo provecho.
¿Cuál es la técnica para escribir más rápido y sacarle más provecho al tiempo?
Grabar tu libro en audios.
Por eso es importante que siempre lleves la estructura de tu libro, aunque sea en fotografía, porque así sabrás cuales son los contenidos que te faltan y cuales puedes grabar.
Solo activa el grabador de notas de tu teléfono y empieza a narrar lo que se venga a tu cabeza sobre el tema que estés desarrollando.
Si tu libro es un libro de ficción, narra las escenas más importantes.
Haz una interpretación de los diálogos de tus personajes, detalla las emociones que están sintiendo y describe sus expresiones faciales.
Si tus personajes se encuentran en un lugar específico, durante la escena, describe lo que ves alrededor.
Si tu libro es de no-ficción, habla como si se lo estuvieras contando a un amigo tuyo. Describe con precisión los eventos que viviste en el pasado y que te llevaron a tener el resultado que tienes en ese momento y que quieres que tus lectores tengan.
Imagina a tu lector ideal para que tus palabras fluyan de manera natural.
Definir el avatar de tu lector ideal te ayudará a tener más claridad en el mensaje que quieres transmitir.
El uso de las notas de grabación forma parte de una fórmula que yo llamo GETA, que significa: Graba, Escucha, Transcribe y Analiza.
Cuando hayas grabado tus contenidos, dedica el día siguiente de tu plan de escritura a escuchar lo que grabaste y transcribe lo más importante.
Una vez que finalices, analiza todo lo que escribiste y documenta tu línea de tiempo o resume lo más importante. Este paso evitará que caigas en los cabos sueltos.
Estoy seguro de que usar la grabación para tu libro será un alivio para esos días caóticos en los que las salidas inesperadas o los compromisos de última hora se vuelven un obstáculo.
Ya me contarás como te va poniendo en práctica esta técnica.
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Cuéntame en los comentarios:
¿Te estresas cuando no puedes escribir como tenías planeado por un pendiente de último momento?