#233 – 3 obstáculos que se presentan a la hora de corregir tu libro

Una de las actividades que más disfruto es la corrección de un libro nuevo.

Me encanta revisitar mis palabras anteriormente escritas, leerlas en voz alta y darles la pulida que necesitan.

Pero nunca fue así…

Porque en mis primeros días como escritor me tardaba mucho en completar un capítulo. Escribía, corregía y era un cuento de nunca acabar.

Por fortuna salí de este perfeccionismo endemoniado y hoy en día no hago correcciones a un libro hasta que ya está terminado.

«No puedes corregir algo que todavía no has escrito».

En la creación de un libro existen varias fases de correcciones:

La primera es la auto-edición, que tu realizas leyendo el libro en voz alta y detectando los textos que requieren ser re-escritos.

Si tu texto no se lee bien en voz alta, hay que buscar la manera de darle ritmo. Puedes sustituir la frase por una nueva oración o usar sinónimos para evitar la repetición. Incluso, puedes volver a re-imaginar la escena para darle los detalles más esenciales al lector.

Esa es la razón por la que me gusta mucho esta etapa. Cuando escribes el primer borrador los textos no son tan claros, pero cuando lees en voz alta y realizas la auto-edición, logras que tenga sentido.

Hay veces en las que no doy tantos detalles sobre un lugar específico. Cuando aplico la auto-edición, puedo enriquecer esos textos con la ayuda de un mapa más detallado. La idea es lograr que el lector tenga una experiencia de lectura agradable.

Sin embargo, en mis últimos años como autor, he identificado 3 obstáculos que pueden entorpecer tu proceso de correcciones y hacer más tardada la publicación de un libro.

1) No tienes un plan

Para lograr cualquier objetivo en la vida necesitas de un plan, que te muestre el paso a paso que debes seguir para llegar a la meta.

Para escribir un libro, necesitas un plan e igual para corregirlo.

He conocido autores que se matan corrigiendo hasta 50 páginas al día, lo cual es un buen número, pero el estrés y agotamiento que experimentan puede llegar a ser fatal.

Considero que la escritura debe ser algo que se disfrute y no un proceso auto-destructivo. Por eso, es importante tener un plan de cada uno de los pasos que debes realizar hasta llegar a la versión final de tu libro.

Algunos de esos pasos pueden ser:

– Auto-editar el libro
– Enviar el libro a tus lectores de prueba
– Revisar las recomendaciones de los lectores de prueba
– Corregir el libro con las recomendaciones de los lectores de prueba
– Buscar a un corrector de estilo
– Enviar el libro al corrector de estilo
– Revisar las recomendaciones del corrector de estilo
– Realizar la lectura final del libro

Como ves, cuando tienes un plan paso por paso, el proceso es más sencillo y fácil de lograr. Estoy seguro de que sin un plan tus ideas terminarían en el tintero.

Un plan te da claridad sobre el proceso a seguir, puedes ver exactamente donde estás parado y de esa forma sabrás hacia dónde vas.

2) No agendas las sesiones para corregir tu libro

Es muy importante que, cuando vayas a comenzar las correcciones de tu libro, agendes sesiones que puedas cumplir, es decir, uses algún calendario o aplicación de alertas que te avise cuando debas comenzar.

Puedes usar el Google Calendar y reservar espacios de tiempo específicos. De esa manera sabrás en qué momento realizar tu trabajo de auto-edición.

Cuando no tienes agendados estos espacios, la corrección puede ser más tediosa, porque no estás separando el tiempo necesario.

La rutina del día a día nos aqueja a todo mundo y, a veces, se nos olvida realizar los pasos requeridos para llegar al objetivo. Necesitamos apoyo para mantener el compromiso y las herramientas tecnológicas hacen más sencillo este proceso.

He trabajado con autores que han pasado más de seis meses realizando correcciones. Esto sucede porque no hacen el tiempo necesario y le dan prioridad a la rutina. Por consecuencia, el tiempo pasó y su lanzamiento se vio retrasado.

Puedes colocar también alarmas que te avisen cuando debas comenzar. En mi caso, mi rutina es algo caótica y casi siempre hago mis correcciones por las mañanas.

Es el horario en que mi espíritu creativo está más iluminado y aprovecho eso para escribir o corregir. Programo la aplicación podomoro para que me avise cuando debo parar de trabajar y descanso cinco minutos.

Después, reanudo las correcciones por 25 minutos y vuelvo a descansar 5. Repito este proceso cuantas veces sea necesario para completar las páginas que quiero corregir.

3) No tienes un equipo de lectores de prueba

No puedes hacer todo tú solo. Si de verdad quieres publicar tu libro, vas a requerir el apoyo de otras personas.

Algunas de esas personas son los lectores de prueba, quienes van a leer tu libro en un plazo determinado, para darte sugerencias o enlistar los errores que hayan detectado.

Tener la perspectiva de otras personas sobre tu libro es crucial. Puedes darte cuenta de qué ideas funcionan y cuales no.

Eso es algo que he venido tomando mucho en cuenta para los próximos libros que quiero escribir. Además, qué mejor que contar con un grupo de lectores que te ayude a revisar tu libro.

Busca a dos amigos de tu confianza y platícales sobre tu libro. No tengas miedo de compartir esta meta con ellos y diles porqué necesitas de su apoyo. Publicar un libro no es algo que cualquiera logra. Considérate como una persona que sobresale del montón y valora mucho tu trabajo.

Los lectores se sienten genial cuando los tomas en cuenta para un proyecto de esta magnitud y harán lo que sea necesario para ayudarte de la mejor manera posible.

Si ya identificaste algún obstáculo que te esté deteniendo de avanzar, ya cuentas con acciones potenciales para romper esa barrera e ir con todo para publicar tu libro.

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