Hace unos años me costaba mucho salir a correr.
Sentía que se me iba el aire, me dolían las piernas y ni siquiera me gustaba.
Cada día, al llegar del trabajo a casa, me torturaba pensando que debía salir a correr.
Algunas veces iba y otras veces no.
Me saboteaba constantemente.
A veces pienso que no sé como le hice para convertirme en un corredor.
Porque hoy día fácilmente puedo correr 10 kilómetros sin parar y sin que se me falta el aire.
Haciendo un recuento de mis logros me di cuenta de algo.
La repetición de una carrera tras otra fue lo que me ayudó a conseguir la disciplina para correr.
Solo necesitaba comenzar, aún y cuando sintiera que era el peor corredor.
Y para comenzar necesitaba un plan.
Que me diera el paso a paso de lo que tenía que hacer cada vez que saliera a correr.
Un plan que me ayudó a correr de 1 a 10 kilómetros.
¿Por qué te hablo de correr?
Porque lo mismo sucede en la escritura.
Correr un maratón es como escribir un libro.
Y la preparación del mismo se logra con pequeños objetivos.
Que se traduce en la repetición de pequeñas acciones diarias.
Si hablamos de la escritura, salir a correr es como sentarte a escribir «n» cantidad de palabras.
Y para eso necesitas una rutina que te diga cuantas palabras debes escribir por día.
Cuando escribes contando las palabras es mucho más fácil que contar las páginas.
Porque es un objetivo medible que fácilmente puedes cumplir.
¿Cómo crear un plan para escribir tu libro?
Primero debes tener bien claro cual será tu objetivo final en cuanto a palabras.
Es decir, qué tan largo será tu libro.
Si elegiste 50,000 palabras divide ese número entre la cantidad de días que vayas a escribir.
Si vas a hacerlo en 40 días, el total de palabras que escribirás por día serán 1250.
Tal vez sientas que es mucho para comenzar, pero no te asustes.
Comienza con 500 y ve incrementando el número, pero trata de cumplir el objetivo final dentro de los 40 días.
Haz el tiempo necesario para sentarte a escribir y desarrolla tus ideas.
Crea la estructura de tu libro y síguela para escribir hasta que completes tu objetivo diario.
Ve haciendo un seguimiento de las palabras que escribes por día.
Esto te ayudará a mantenerte motivado.
Porque la motivación no es algo que llega de la noche a la mañana.
Pero si escribes usando una rutina, cada día que completes tus objetivos, empezarás a sentirte motivado.
De esa forma logré correr mis primeros 10 kilómetros, recorriendo distancias cortas todos los días.
«A golpecitos se derriba un roble»
Y aplicando esta misma filosofía pude escribir 11 libros que han escalado las listas de los más vendidos.
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¿Sientes que te falta disciplina para escribir?