#3 – Cómo lograr el hábito de escribir todos los días

Uno de los principales obstáculos cuando queremos escribir un libro es la falta de tiempo. Vivimos sumergidos en la rutina del día a día que difícilmente nos damos cuenta en qué se nos va el tiempo.

¿Alguna vez has pensado seriamente en levantarte por las mañanas para escribir? ¿Qué tal hacerlo por las noches antes de ir a la cama?

Suena bonito cuando lo planeas ¿no?

El verdadero reto es cuando lo llevas a la práctica.

Esto sucedió cuando comencé a escribir «El Misterio de la Máscara», segunda entrega de mi serie de libros «El Círculo Protector». Me costaba mucho trabajo sentarme a escribir porque me llené de actividades pensando que así sería más productivo.

Necesitaba que mi cabeza estuviera en todos lados para poder hacer mucho. Pero la verdad es que fracasé en el intento. Fueron semanas de total frustración. Lograr la disciplina para escribir se volvió un verdadero reto, hasta que sucedió algo inesperado.

Jeff Goins menciona en su libro «You’re a Writer» que ya eres un escritor desde el momento en el que quieres contar una historia, solo necesitas comenzar a escribir.

La verdad que esta frase hizo eco en mi cabeza durante semanas. Pero no me quedó claro hasta que comparé la escritura con el ejercicio. Un día del 2015 salí a correr a las 6 de la mañana. Fue ese momento en el que recordé como habían sido mis inicios.

Con pequeñas distancias. Primero aprendí a correr 500 metros y poco a poco fui aumentando hasta correr 10 kilómetros. Entendí que la clave había sido la constancia de salir a correr todos los días.

«Intenta un poco más para ser un poco mejor» ― Gordon B. Hinckley

Entonces me levanté al día siguiente muy temprano por la mañana para sentarme a escribir. Sabía que tenía el tiempo contado porque tenía que ir al trabajo.

Lo había planeado con antelación, me había preparado mentalmente y esta vez iba en serio. Tomé todas las ideas que tenía anotadas en un cuaderno y me puse manos a la obra.

Sin importar como se viera, escribí la historia tal y como la iba imaginando. Repetí el proceso durante 60 días en los que el esfuerzo por levantarse más temprano de lo normal comenzó a rendir frutos.

El objetivo de escribir todos los días es no rendirte en lo que estás haciendo.

Tienes que hacerte presente aunque sea por diez o veinte minutos. Eso te ayudará a mantenerte en el camino cuando estás escribiendo.

Puede que al principio sea duro porque estás adoptando nuevo hábito. Pero la constancia será la clave que te ayude a terminar tu libro. Sin importar las circunstancias en las que te encuentres. Siempre harás el tiempo necesario para lograrlo.

Si al principio te sientes abrumado, porque escribir un libro es una tarea ardua, empieza con pequeños pasos. Es decir, escribiendo de 300 a 500 palabras. Hacerlo de esta forma te ayudará a llegar a la recta final.

Las cosas no van a darse por arte de magia. Si haces el trabajo todos los días empezarás a ver los frutos de tu esfuerzo y la tarea de escribir dejará de ser complicada.

"Si pasas demasiado tiempo pensando en algo, nunca lo lograrás" ― Bruce Lee

Separa un espacio de tiempo para escribir. No es necesario que sea antes del trabajo. Puede ser en la noche o durante tu hora de comida. Pero trata de hacerlo todos los días o al menos cinco días por semana. Si lo complicado es encontrar un lugar tranquilo en casa, puedes salir a una cafetería o biblioteca.

Haz investigación sobre los temas que quieres abordar en tu libro. Y antes de sentarte a escribir, revisa de 5 a 10 minutos todo lo que escribiste un día antes. Esto te ayudará a llevar un seguimiento de todo lo que vas escribiendo.

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Ahora cuéntame en los comentarios:

¿Te cuesta lograr la disciplina para escribir?