Es normal sentir que, cuando estás escribiendo, tus palabras no conecten contigo.
Nadie te ha leído y eso está bien.
No deberías auto-flagelarte.
Lo que no está bien es dejar tus ideas en el tintero y no trabajar en ese libro que tanto has deseado.
Cuando escuchamos la idea de escribir un libro, pensamos que es algo imposible de lograr.
Esto sucede porque no se tienen los conocimientos adecuados, sobre todo cuando es un proceso paso a paso.
Sin embargo, hay personas que se atreven a comenzar, pero se detienen porque piensan que sus palabras se «leen muy normal». No se sienten emocionados y esto puede perjudicarles a la larga.
He estado ahí, créemelo y se siente terrible.
La razón por la que este sentimiento salga a flote es porque nunca has escrito un libro antes.
Por consecuencia, nadie te ha leído.
Cuando a mi me sucedía esto, me sentía muy bajoneado.
Entraba en un periodo de frustración que no me dejaba avanzar.
¿Para qué escribo si nadie me va a leer?
¿Realmente vale la pena esto que estoy haciendo?
Estas preguntas me provocaban pensamientos catastróficos que me llevaron a abandonar mi escritura durante un buen tiempo.
La verdadera razón por la que esto sucedía era el desconocimiento.
En el momento que comiences a escribir un libro, no debes preocuparte por «qué tan bonitas deben verse las palabras» o «si la gente te leerá».
Estás comenzando apenas en la escritura y también es una habilidad que debes dominar.
Si te haces a la idea de que solo debes enfocarte en escribir, podrás dar el paso que te ayudará a mantener la constancia y ver los resultados a mediano plazo.
Cuando eres constante al escribir en una frecuencia determinada, los resultados que verás son los siguientes:
1) Un avance considerable del libro
2) Motivación porque has logrado escribir muchos días
3) Convencimiento de que si escribiste tanto hoy, puedes seguir escribiendo mucho más
Una de las cosas que debes hacer para evitar el aburrimiento de lo que escribes es no intentar corregir.
Puedes sentir un impulso frenético por encontrar las palabras perfectas de lo que queires transmitir, pero esto no sucederá de la noche a la mañana.
La buena escritura lleva tiempo, a mí me tomó más de seis años desarrollar el estilo de escritor con el que me siento cómodo, pero tal vez a ti te tome mucho menos tiempo.
Es normal que leas y releas tus escritos y sientas que son un poco aburridos, pero a final de cuentas en lo que debes fijarte es la percepción del público.
Busca a dos amigos de confianza que sean lectores del tema que tu escribes y envíales un extracto de tu libro preguntándoles que les parece.
Si te sugieren complementar tus ideas, entonces hazles caso y haz una búsqueda de las tendencias en tu tema con el planeador de palabras de Google.
La primera vez que estás escribiendo, enfócate solo en eso. Ya tendrás tiempo de corregir cuando finalices el primer borrador de tu manuscrito.
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