¿A poco pensabas que para un escritor ver series de televisión era una pérdida de tiempo?
Esta es una conversación que ha tenido lugar en mi cabeza por años.
Como fanático de las series, me he visto cientos de ellas.
Pero más que nada porque me encanta ver historias nuevas, sobre todo si son historias que realmente me apasionan.
El trabajo del escritor comienza con las ideas y, para mí, esas surgen cuando estoy viendo, leyendo o escuchando historias nuevas.
Consumo muchos contenidos todos los días, que realmente me aportan para crear contenidos nuevos.
Cuando estoy trabajando en escribir sobre viajes en el tiempo, busco contenidos con historias ambientadas en la época donde voy a contar mi propia historia.
En mi libro Conspiración Secreta, existe una escena que me encanta. Los personajes de Sage, Preston y Daniel viajan a Melbourne, durante el año de 1942, y se aventuran en un tranvía que transita por la ciudad.
Ellos no se dan cuenta, pero son filmados por una persona que está usando su cámara para hacer grabaciones de calle.
Esto crea una aberración en el tiempo, porque han dejado evidencia de su rastro en el pasado, aunque realmente no afecta a la historia tal y como la conocemos.
Cuando los tres jóvenes vuelven al presente, descubren un vídeo que fue filmado años atrás en Melbourne. En el vídeo se ven a sí mismos, grabados por una cámara antigua, lo que termina por sorprenderlos.
Esta es la clase de escenas que me apasionan de sobremanera y para las cuales hago investigación:
Sin embargo, hay veces en las que el consumismo se hace mayor y la producción de ideas nuevas disminuye. Esto pasa, muchas veces, porque simplemente dejamos de crear.
Tenemos que hacer un equilibrio entre aquello que consumimos y lo que nos gusta crear.
Hay series que son de otros géneros que ni siquiera están dentro de los géneros que yo escribo. Por ejemplo, la serie The Bold Type, es una de mis favoritas y trata sobre tres chicas que trabajan en una revista y exploran sus vidas como milenials.
No me gusta escribir sobre esas historias, pero las consumo porque a veces me dan ideas. Por ejemplo, la amistad que une a esas chicas es grandiosa y la amistad es clave en mis libros.
Cuando estés consumiendo contenidos, capta las ideas que llamen tu atención.
Crea una carpeta y guarda todas las notas, imágenes y vídeos que llamaron tu atención. El objetivo este ejercicio es ver estas ideas cuando tu creatividad ande bloqueada y puedas inspirarte para crear contenidos nuevos.
Yo tengo una carpeta donde guardo vídeos de series que me inspiran mucho. Hay vídeos promocionales de episodios, temporadas o premier de series. Los vuelvo a ver cada vez que puedo y cuando siento que mi creatividad anda un poco bajoneada.
Dedica un tiempo de tu semana a revisar todos estos contenidos y, cuando lo hagas, crea otra carpeta a la que llames «Nuevas ideas sobre las que quiero escribir».
Esto te ayudará mucho cuando quieras escribir el próximo capítulo de tu libro o quieras concluir la trama que tal vez te ha costado un poco más de lo esperado.
«Consumir y producir. Es el equilibrio que necesitas para mantener la creatividad bien llena y las palabras fluyendo». – Joanna Penn
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