Si eres de los que les cuesta comenzar a escribir su libro, déjame decirte que no estás solo.
Tienes muchas ganas de contar una historia, pero sientes que algo te detiene.
Vienen los imprevistos de última hora y terminas no haciendo nada.
A mi me molestaba cuando esto pasaba, porque sentía que no tenía control de mi tiempo. Siempre había algo que me interrumpía y no me dejaba lograr la concentración necesaria.
Es una situación frustrante porque, a pesar de que tienes las ganas, muestras interés en hacer las cosas y dispones «de tiempo», nada sucede.
Te sientas a escribir y experimentas los bloqueos mentales.
El problema viene cuando todo esto se convierte en una bolita de nieve de excusas:
– Es que no se cómo empezar
– No tengo tiempo
– No me fluye la escritura como yo quiero
– Total, ¿quién me va a leer?
Todos estos son pensamientos que yo tuve en algún momento de mi vida. Me preocupaba la opinión ajena, porque era crítica a mi trabajo y la vocecita me decía que ni siquiera lo intentara.
Deshacerme de esta voz llevó un tiempo, porque fue un proceso demasiado duro, pero eso no significa que así tenga que pasar contigo.
Todos somos personas diferentes y viviendo la vida de manera diferente
Algunos hacen las cosas más rápido, otros las hacemos de manera calmada y constante, y otros simplemente no hacen nada.
Se dice que en México, el 80% de las personas que quieren escribir un libro nunca lo logran y la principal razón es el tiempo, pero ese no es siempre el caso de muchos.
Hay 5 razones por las que quizás, en estos momentos, te está costando mucho comenzar a escribir tu libro.
1) La rutina te tiene atrapado y no sabes cómo darte el tiempo
Vives atrapado en una rutina que no te da ni tiempo para ti mismo. Cuando uno quiere escribir un libro, muchas veces no priorizamos y, como no es algo que represente una urgencia, no le damos importancia.
Lo mejor que puedes hacer para evitar que esto pase es reforzar el compromiso con tu libro y hacerte a la idea de que, si no reservas el tiempo para escribir, nunca lograrás finalizar el primer borrador.
2) Te da pavor lo que dirá la gente
Seamos honestos. Nos importa la opinión ajena, sobre todo cuando se trata de nuestro trabajo como escritor. Cuando le cuentas a alguien sobre tu libro y te hacen comentarios como ¿apoco eres escritor? ¿no sabía que escribías?, nos hacen dudar de nosotros mismos.
Lo mejor es ser muy selectivo con las personas a las que le vayas a contar para que, cuando termines tu libro, le compartas algunos extractos y le pidas su opinión. Siempre es bueno conocer la opinión de otros sobre nuestro trabajo y tener más perspectivas. La crítica positiva alimenta el alma y, si te hacen un comentario sobre algo que debas mejorar, no lo tomes personal y úsalo a tu favor.
3) Cuando me siento a escribir nada fluye
Todos hemos experimentado el bloqueo del escritor, incluso escritores como Ernest Hemingway también lo hicieron.
Es normal estar bloqueado porque no tienes material preparado para inspirarte. Cuando hablo de material, me refiero a tus ideas bien estructuradas, que te digan sobre qué escribir y un plan de escritura creativa que marque los días que vas a estar escribiendo.
Una estructura de tus ideas y un plan de escritura creativa son los dos pilares que te ayudarán a concretar tu meta de escribir tu libro. Lo demás es el esfuerzo que tú aplicarás.
4) Nadie se va interesar en leerme
He estado ahí, más veces de las que imaginas, y si algo aprendí es que siempre hay un público para todo tipo de obra.
Si no te sientes muy seguro al respecto, puedes mirar en Google y averiguar qué está diciendo la gente sobre el tema que quieres escribir y conocer si tu idea es rentable o no. Si tu tema no es de interés, combínalo con algo más que te apasione y que sí sea de interés.
Usa historias personales tuyas o de alguien que conozcas y te dé su consentimiento para usarlas. A la gente le encantan las historias y muchas veces se identifican con tus escritos. Ahí está el punto de interés.
5) Escribir es para sabios
Quieres escribir perfecto a la primera, pero eso nunca sucederá. Primero tienes que sacar las ideas, plasmarlas y luego enfocarte en moldearlas.
«Los libros son re-escritos, no escritos» – Michael Chrichton
Nadie nace enseñado y no necesitas tener el talento de la escritura para meterte a escribir un libro. A todos nos ha llegado la chispa en momentos de nuestras vidas diferentes y no debería ser un tema que te preocupe.
Empieza a escribir como si estuvieras hablando sobre el tema con un amigo o le estuvieras contando una historia emocionante. Cuando hayas finalizado el primer borrador, podrás encargarte de corregir y ajustar tus textos, pero lo primero es terminar el libro.