El día de ayer me encontraba auto-editando mi nueva novela y tuve que pararme de la computadora en dos ocasiones.
La segunda vez, al volver, mi computadora estaba congelada.
Quedé absorto porque me di cuenta de que no había guardado los últimos cambios.
Reinicié el sistema operativo y descubrí que los cambios no fueron recuperados.
Analicé la situación y me puse a revisar las opciones de Microsoft Word. Mis sospechas eran ciertas: la opción de Auto-recuperación estaba desactivada.
Había perdido una cuartilla y media de avance, lo cual me enfureció durante unos momentos.
Cuando la emoción se disipó, respiré profundo y me puse manos a la obra.
¿Y si era necesario que esto pasara?
Quizás si lo era ya que, después de trabajar nuevamente los textos, quedaron mucho mejor.
La lectura era mucho más fluida, entendible y tenía más ritmo.
Me puse contento porque, a pesar del mal rato y del error técnico, las cosas salieron bien.
Aquí fue donde comprendí que la práctica de la auto-edición es importante y debería ser una actividad a incluir en tu trabajo como escritor.
Leer tus textos en voz alta, escuchar como suenan y re-escribirlos es una de las mejores técnicas de redacción que puedo recomendarte.
La auto-edición también es un proceso de empoderamiento para el escritor.
Aquí es donde pondrás en práctica tus conocimientos para redactar adecuadamente, escribir con un propósito y lograr que el lector se lleve una buena experiencia de lectura.
Aunque no todo termina con la auto-edición, es un trabajo imperdible que deberías practicar al menos una vez al día.
Si en estos momentos no estás trabajando en un libro nuevo, no te preocupes, puedes aplicar la auto-edición para todo tipo de textos y contenidos.
Yo lo aplico a:
- Posts del blog recién escritos
- Scripts de los episodios del Podcast Vivir de Escribir
- El primer borrador de un nuevo libro que escribí
- Correos que envío a mi comunidad de suscriptores
- Páginas de mis sitios web
Esta actividad súper importante ha tenido un gran impacto en mi trabajo como escritor. Gracias a la auto-edición he mejorado mi redacción con el paso de los años y he puesto en práctica lo que aprendo de otros escritores al leer sus libros y estudiar su lenguaje de escritura.
Si vas en serio con crear una vida de tu escritura, te recomiendo mucho incluir la auto-edición dentro de las actividades de tu rutina. Puedes auto-editar cualquier texto que escribas, sin importar qué tan largo sea, lo importante es mantener una práctica constante y que contribuya a la mejora de tu escritura.
Así que, después de todo, no estuvo tan mal que perdiera una cuartilla y media auto-editada, que en sí me tomó 30 minutos de trabajo. Lo importante es seguir progresando.
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