#228 – Porqué la paciencia es una virtud cuando escribes a largo plazo

Uno de los pilares más importantes cuando estás trabajando en un objetivo es la paciencia.

Tienes que aprender a dominar la paciencia, de una forma u otra.

Estamos acostumbrados a las satisfacciones inmediatas y queremos las cosas rápido. Por ejemplo, cuando quieres calentar tu taza de café, lo primero que piensas es meterla al microondas.

¿Alguna vez has pensado cómo lo hacían nuestros antepasados?

Ni siquiera tenían un horno de microondas. Usaban la estufa o colocaban una olla encima de una fogata.

Hoy en día es mucho más sencillo porque los microondas nos ahorran todo este trabajo. No hay nada de malo en ello porque la tecnología ha mejorado nuestras vidas, pero con muchas soluciones al alcance nos hemos condicionado a querer resultados rápidos.

Cuando escribes un libro, debes ser consciente que la paciencia será clave para ver resultados:

– Capítulos de tu libro terminados
– La satisfacción de ver que estás cumpliendo uno de tus sueños

La paciencia está acompañada de la constancia, dedicación y enfoque.

¿Por qué perdemos la paciencia?

En mi caso, yo era una persona muy impaciente. Imaginaba las historias en mi cabeza, pero me costaba plasmarlas porque no me consideraba un buen escritor y sentía que iba a requerir de mucho trabajo.

Estaba acostumbrado a ver resultados inmediatos y también por esa razón me costaba mucho ponerme en forma.

En el 2014 me puse a hacer ejercicio de manera diaria. Me tomaba fotografías cada vez que salía a correr, como una forma de motivarme y las veía cada vez que me sentía bajoneado.

No quería ser un caso más de obesidad en la familia y temía que los malos hábitos pusieran en riesgo mi salud. Así que usé ese miedo a mi favor, como una manera de recordarme lo que podría pasar si no tomaba acción inmediata.

Durante enero, febrero y marzo del 2014 publicaba una foto cada dos o tres días en mi cuenta de Instagram, sobre cada carrera que completaba. No me importaba si era uno o dos kilómetros, lo que me importaba era el progreso que estaba haciendo.

Para julio del 2014 ya era talla 32 y pesaba 77 kilos. Las camisas me quedaban volando y tuve que comprarme ropa nueva.

Ahí me di cuenta de que los resultados a veces toman tiempo, pero no debemos dejar el progreso por nada del mundo.

La paciencia y el progreso van muy de la mano cuando eres un escritor. Para terminar de escribir tu libro tendrás que ser paciente contigo mismo.

Es normal que las palabras escritas no te gusten. Estás acostumbrado a tu propio vocabulario, que muchas veces resulta aburrido, pero lo que importa realmente es el progreso que estás haciendo.

Ya tendrás tiempo para hacer las correcciones necesarias cuando lo termines, primero debes enfocarte en completar tu manuscrito.

Esto sucede también con las ventas.

Toma tiempo crear una relación con un nuevo lector. Ellos no te conocen y les llevará un tiempo leerte y decidir si tu trabajo les está gustando.

También toma tiempo hacer que se decidan por comprar una segunda parte. Hay quienes leen muy rápido y se compran todos los libros de tu serie, pero no todos lo hacen y debes ser consciente de ello.

Cuando estés en el camino de cumplir una meta, enfócate en el presente, es decir, en que estás haciendo el trabajo necesario para lograr lo que te propones. Revisa lo que has hecho para lograrlo y siéntete orgulloso de ello.

Si documentas tus progresos, encontrarás una manera de motivarte y mantener la paciencia hasta llegar a tu objetivo.

Si te gustó este post y te fue útil, por favor compártelo con alguien que necesite leerlo.