Tienes todas las intenciones de escribir esa gran historia que has imaginado en tu cabeza, pero cuando te pones a ello, nada sale de tu cabeza.
La página en blanco se hace presente y la tensión comienza a aparecer.
No logras encontrar las palabras para expresar lo que quieres.
Pones los dedos sobre el teclado y pierdes tu mirada, con la intención de encontrar una chispa de inspiración.
Sin embargo, las ideas no fluyen y ahí empieza la frustración.
¿Cómo hacer para salir de esa parálisis?
La parálisis al escribir, también conocida como el bloqueo del escritor, es aquella condición en la que el escritor pierde la habilidad de crear contenidos nuevos.
Es una condición terrible porque, a pesar de que tienes toda la intención de escribir tu libro, las ideas no fluyen y no logras plasmarlas.
A mi me sucedía esto muy a menudo.
Aunque ya tenía cientos de historias escritas, cuando me puse en serio con el libro nada me fluía.
Me sentía desesperado porque no quería pasar otro año sin el libro.
Era como quedar mal conmigo mismo y el sentimiento de frustración era horrible.
La incomodidad se hacía presente todos los días y no había hora en la que no pensara en mi libro.
Tenía una obligación moral por lograrlo, fuese como fuese y aunque pensaran que estaba loco.
Siempre he sido muy ambicioso en el tema de los objetivos.
Y cuando no lograba algo que me proponía, me auto-flagelaba con frecuencia.
Cuando se me pasaba el drama, regresaba y buscaba otra forma de lograrlo.
Un día descubrí que podía aplicar las técnicas creativas que usaba en el trabajo para recopilar información de los usuarios. Era consultor de procesos y me consideraba bastante creativo.
Estas técnicas eran:
– Lluvias de ideas
– Mapas mentales
¿Realmente funcionarán para ponerlas en marcha con el libro?
No te mentiré.
Como era un tema corporativo, pensé que no tenía nada que ver con los libros.
Sin embargo, no me detuve.
Un día, al llegar a casa, tomé una hoja, la puse sobre mi escritorio y comencé anotar todo lo que se me ocurría sobre el libro:
– Los Protectores
– Una mujer vampiro
– Un grupo de brujos que, al parecer, son malos
– Gorsukey, el temible enemigo de los Protectores
– Un viajero del tiempo
Etcétera
La lista se hizo bastante grande. De inmediato, comencé a relacionar las ideas y pude organizarlas a través de un mapa mental.
En menos de dos horas tenía el material listo, aunque no estaba seguro de si funcionaría para escribir.
La primera vez que me senté, no tenía una estructura de estas ideas para seguir un orden adecuado. Fui escribiendo mientras imaginaba las historias y miraba de reojo el mapa mental de mi libro, para que no se me escapara nada.
Hice un plan para escribir el libro en 60 días y, aunque tuve muchos retos con la disciplina, logré finalizarlo.
Me di cuenta de que estas técnicas creativas fueron fundamentales para combatir la parálisis del escritor.
Dicen que:
Cuando una crisis se hace presente es porque una bendición viene en camino.
Y cuánta razón hay en eso.
Cuando sientas que no puedes escribir porque que tu mente se paraliza, solo toma una hoja y anota todo lo que se venga a tu mente.
¿Qué historias te gustaría contar?
¿Qué tipo de personajes te gustaría crear?
¿Quiénes son los protagonistas?
¿Quién es el antagonista?
¿Cuál es el principal conflicto?
¿Qué tramas podrías crear?
Créeme, estas preguntas ayudan mucho a sacar todo de nuestra mete.
La parálisis al escribir es una condición temporal, pero esto depende completamente de ti.
Tal vez te tome segundos, minutos u horas en salir de ella.
Tienes que hacer lo que sea necesario para que esa parálisis no dure días y puedas lanzarte a escribir tu libro.
Usa estos 3 disparadores que, estoy seguro, te ayudarán mucho a comenzar la escritura y, por favor, no corrijas nada, ya habrá tiempo para ello.
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