#314 – Lo que no se mide no se puede mejorar

Has empezado a trabajar en cumplir una meta, pero ¿no ves resultados?

Sientes que te vuelves loco porque por más que haces, ¿no sabes en qué te has equivocado?

Años atrás ni siquiera me planteaba metas.

Vivía mis días en automático, siguiendo la rutina del día a día y, aunque deseaba lograr muchas cosas en la vida, no tenía idea de cómo hacerlo.

Si me ponía a escribir historias sueltas, lo hacía un día sí y un día no.

Manejar este enfoque era un peligro para lograr mis metas, pero estaba convencido de que necesitaba un cambio y, que no solo fuera momentáneo, sino duradero.

En el 2012 me operaron de la vesícula y no quería pasar más por otro problema de salud.

Empecé a correr, pensando que me ayudaría a lidiar con mi sobrepeso.

Pesaba casi 107 kgs y, cuando corría, me cansaba mucho y sentía que me faltaba el aire.

Aunque perdí unos cuantos kilos, me costaba mucho mantener el hábito de correr. Entre 2012 y 2013 empecé a involucrarme en el área del desarrollo personal. Desde entonces soy un estudiante ávido de este nicho, porque realmente me ha ayudado a mejorar mi vida.

Cuando mis hermanos me visitaron durante el verano de 2013, me mostraron unas dietas que me parecieron bastante interesantes. Las combinaciones de las comidas se veían deliciosas y puse atención a como mi hermana las cocinaba.

Le pedí una copia de las mismas y decidí seguir con ese régimen alimenticio.

Sin embargo, muy en el fondo, me costaba tener la voluntad de no comer chatarra.

Me reunía con mis amigos a tomar los fines de semana, con tal de desestresarnos, pero no era lo más recomendable.

Me llevó trabajo lograr la voluntad de abstenerme de la comida chatarra y el alcohol.

Es un proceso largo e interesante, pero yo quería resultados duraderos y no de la noche a la mañana. Hoy en día pienso que quizá por eso mi proceso fue algo duro.

Sin embargo, no medía un avances y esto era clave para mejorar mis resultados.

Si no mides algo, no puedes mejorarlo. Es así de simple.

Hoy en día puedo sentarme en una mesa y analizar datos para ver que se tiene que mejorar y que se debe dejar de hacer, pero años atrás me costaba mucho. Vivía en automático, pasando siempre a lo que seguía sin medir nada.

Si me hubiera puesto como meta aprender a correr 5 kilómetros, el proceso hubiera sido distinto, pero solo me propuse «correr» y, en el caso de la alimentación, solo me propuse «comer más sano y bajar de peso».

Ponerte metas que son medibles y alcanzables es mucho más sencillo que ponerte metas demasiado ambiguas, aunque también es importante que te mantengas midiendo los avances que llevas a cabo.

Si no mides tus avances y no haces los cambios que requieres, estás desperdiciando el tiempo que le dedicas porque te sentirás muy perdido y no sabrás qué hacer al respecto.

Algunos de los beneficios de medir tus avances son:

  • Sabes cual es tu siguiente paso.
  • Tomas mejores decisiones.
  • Cambias la dirección de tu meta, en caso de que sea necesario.
  • Te sientes más tranquilo y confiado de que vas por buen camino.
  • Te mentalizas de que la recompensa a tu esfuerzo llegará pronto.

Como sabes, cada libro que escribo, es una nueva meta que me propongo. Toda sesión de escritura que yo dedico es un día de avance, que puedo medir en cantidad de palabras escritas. Si mi meta total de palabras es de 60,000, puedo saber exactamente cuanto me falta.

Por eso me encanta escribir mis libros contando las palabras, porque es mucho más efectivo y lograble, que llenar 500 páginas en blanco.

En cuanto a mi sobrepeso, descubrí que tenía que cambiar mi enfoque. Pasé de medir los kilos perdidos a contar las tallas que perdía. Seguí con la misma dieta, alternando las comidas y tomando las medidas de mi cadera y estómago cada semana.

Puedo decirte que de enero a marzo de 2014 bajé casi 10 kilos, pero sentía que necesitaba un seguimiento más apropiado así que tomé la decisión de ir con la nutrióloga. Ella me ayudó a crear un estilo de vida más saludable que me regresó a la talla 32 de pantalón.

Por eso es importante que lleves un registro de las cosas que haces en tu día a día, de manera que, si quieres mejorar algún aspecto en tu vida, puedas tener un punto de partida y seas consciente de las cosas que has hecho para llegar a tu realidad actual.