La lectura es fundamental en tu carrera como escritor, porque te ayuda a aprender de otros autores.
Siendo honesto, yo era de las personas que no leía mucho. Compraba libros demasiado largos y me ponía a leerlos, pero después de un tiempo perdía el interés.
Algunos escritores me decían que era la base para tener una buena redacción. En un principio no tenía sentido para mí. ¿Para qué leer si yo lo que quiero es escribir? Nunca me di cuenta de lo equivocado que estaba.
Si de verdad quieres aprender a escribir con una buena redacción, tienes que aprender de otros autores. Cuando me comprometí a leer más, me puse como objetivo aprender de otros autores.
Con el tiempo me di cuenta que mi manera de hablar y comunicarme con otros se vio impactada. La lectura es indispensable y nosotros como autores tenemos que incluirla en nuestra rutina.
De hecho, no tienes que sentarte a leer durante una hora. Muchos de nosotros vivimos sumergidos en la rutina y, a veces, es imposible sentarte a leer durante una hora completa, porque tenemos obligaciones y compromisos por cumplir.
Lo que si tengo claro es que podemos empezar con pequeños pasos, es decir, leyendo de 10 a 15 minutos al día.
Durante mi ritual matutino, que realizo de 5 a 6 de la mañana, hago 10 minutos de lectura.
Pongo el teléfono en modo avión y programo mi cronómetro para contar el tiempo que voy a leer. De esa manera me comprometo a terminar, sin interrupciones.
Cuando se volvió un hábito para mí, busqué más tiempo durante las tardes. De esa manera podría leer hasta 40 minutos al día.
Cuando lo haces de esta forma, la tensión disminuye y te sientes menos disperso para completar la actividad. Incluso, puedes terminar el libro en menos de 1 semana y si te has propuesto leer cierta cantidad de libros al año, haciéndolo de esta forma es más sencillo llegar a la meta.
Cuando estás escribiendo tu libro es normal tener el sentimiento de no ser suficiente, que eres el peor escribiendo y, como no estudiaste algo relacionado a la escritura, no tienes la vocación para escribir el libro.
No te abrumes ni sientas culpas. Todo esto cambiará con el tiempo.
Para mejorar tu lenguaje como escritor te recomiendo subrayar aquellas palabras que sean desconocidas para ti. Investiga su significado, léelas en voz alta y adóptalas a tu vocabulario. Esto lo puedes hacer mientras corriges el primer borrador de tu libro.
Muchas veces repetimos palabras, sin querer, y es ahí cuando puedes usar los sinónimos par evitar la repetición. Es normal que suceda cuando vas comenzando o si nunca has escrito.
La lectura se ha convertido en mi mejor aliado durante los últimos tres años, porque antes de ese tiempo me costaba mucho hacerme a la idea de aprender de otros autores para mejorar.
Hoy en día leo una novela e identifico las palabras que llaman mi atención y aprendo del estilo usado por el autor para contar su historia.
Si eres constante haciendo esto, tu lenguaje como escritor mejora considerablemente con el paso de los días, semanas, meses e incluso años. Este año he leído 13 libros y lo he logrado siendo lo más constante posible.
Subrayo los párrafos y textos que llaman mi atención y me pongo a estudiarlos, sobre todo si son escenas de batallas o enfrentamiento donde se usan pociones o habilidades mágicas.
Si es una palabra nueva para mí, la anoto y después busco el significado.
Llega un momento en el que adoptas estos nuevos textos a tu vocabulario, pero bajo tu propio estilo. Lo notarás cuando estás escribiendo porque, inconscientemente, se te ocurren las palabras adecuadas para contar la historia.
Esa es la ventaja ligera de leer un libro o una novela mientras estás escribiendo, porque puedes aprender mucho.
Trata de incluir el hábito de la lectura en tu rutina dedicando de 10 a 15 minutos y aumenta el tiempo de manera gradual.
Tu mismo te darás cuenta de la necesidad de lectura que requieres para lograr un hábito a la larga.
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¿Sientes que la lectura te ayudará a mejorar como escritor?