Trabajar desde casa puede ser lo mejor para muchos, pero para otros una pesadilla.
La pandemia trajo consigo muchos cambios y uno de ellos fue aprender a trabajar desde casa.
En esta ocasión, fue un mensaje de fondo: o te adaptas o te adaptas.
No hay opción.
Las cafeterías estaban cerradas, los restaurantes y bibliotecas también.
No había lugar donde pudieras trabajar fuera de casa, a menos que fuese un parque y tuvieras suficiente batería en tu computadora.
Ahora que las cosas se han controlado un poco con la llegada de las vacunas, es posible salir a trabajar fuera de casa, lo que a mi me da mucho gusto.
Sin embargo, hay ocasiones en que te ves limitado para salir, ya sea por tus obligaciones de casa.
No tienes con quien dejar a tus hijos o debes estar al pendiente de tus padres ya grandes.
Cualquiera que fuese el caso, sé lo que se siente cuando quieres trabajar al menos unos días fuera y después volver a realizar oficina desde casa.
Las primeras veces que hice oficina desde casa fue cuando emprendí con mi negocio de fotografía en Monterrey.
Pasaba horas editando las fotografías, de manera que lucieran lo más profesional posibles y superar las expectativas de mis clientes.
Era un negocio bonito, pero que a la larga no me dio la satisfacción que yo quería.
Tomar fotografías por dinero dejó de ser una pasión, así que lo dejé por ahí del 2015, borrando mi sitio web y todos mis portafolios.
Entonces emprendí con mi escritura y empecé a crear cursos online desde casa.
La creación de estos cursos llevaba tiempo, porque tienes que crear tus anuncios, realizar llamadas de prospección con posibles clientes y grabar los vídeos de tu curso.
Al principio, lo más complejo para mí, fue la construcción de los sitios web porque pasaba muchas horas trabajando en casa.
Esto me obligó a salirme a los Starbucks, para alternar el lugar de trabajo, que realmente era necesario.
Ahora que estoy en otra ciudad y que tengo mi propia oficina en casa, tuve que acostumbrarme a trabajar desde casa, siempre que era necesario. Sin embargo, tenía muchos obstáculos:
- El ruido de los exteriores
- Las interrupciones constantes
- Las visitas familiares que «se ofendían» porque yo no salía a saludar
Este último puede ser una patada en el trasero porque tú sabes que estás trabajando, pero la otra persona puede que se haga sus propias teorías sobre ti.
En mi caso, pensaban que me hacía el tonto en la computadora y que «disque trabajaba».
Así que, si este es tu caso, voy a darte mis 3 mejores consejos para trabajar desde casa, incuso si tienes una agenda ocupada.
1) Ponte horarios
Crear un horario de trabajo fue la mejor decisión que pude haber tomado. Hay casos en los que debes hacer excepciones, por alguna vídeollamada o te surge un imprevisto, pero un horario te ayuda a tener una rutina para tu trabajo.
Elabora una lista de lo más importante que debes hacer en el día y separalas por nivel de complejidad. En mi caso, yo escribo temprano. Es cuando mi mente está más despejada y puedo darle rienda suelta a la imaginación.
Por las tardes, me dedico a revisar la redacción de los artículos de mi blog, re-leer los scripts de mi Podcast u otras actividades que no requieren tanta concentración como la escritura.
Siempre trato de finalizar todo lo que tengo que hacer a las 6 de la tarde. Eso me da tiempo para convivir con mi familia y poder dedicarles tiempo de calidad.
Deja 1 o 2 días libres a la semana, para que también puedas descansar. No te voy a mentir, pero desde que soy un emprendedor de tiempo completo, trabajo mucho más de lo que trabajaba cuando era empleado.
Por eso el ponerme horarios, meta diarias por cumplir y un día de descanso, en este caso, el domingo, me ayuda a lidiar con el estrés y el agotamiento por la carga de trabajo.
Te recomiendo que dividas tu tiempo laboral en podomoros. Eso te ayudará a aumentar tu producitividad para trabajar.
2) Pon límites con tu familia
Esto puede ser lo más duro. En mi caso, los límites eran con una de mis hermanas. Ella se formaba sus ideas sobre lo que yo hacía realmente en mi trabajo y era complicado compaginar con ella.
Por consecuencia, empezaban las famosas «malas lenguas» y lo menos que yo quería era involucrarme en ese tipo de cosas.
Es importante que, si estás emprendiendo, hables con tu familia y les hagas ver la importancia de tu trabajo para el mundo, qué tan importante es para ti y porque, a veces, requieres estar a solas encerrado y trabajando.
Creo que en los últimos años se ha creado una idea errónea sobre «estar en la computadora». Generalmente se asocia con «los juegos» y muchos emprendedores hemos pasado por malos ratos al toparnos con personas que piensan que, como estamos en la computadora, realmente no hacemos nada.
Esta cultura tiene que cambiar.
No hay nada peor que lidiar con ese tipo de situaciones. Es incómodo. Por eso, lo más recomendable, es poner límites y pedirles que no te interrumpan mientras trabajas.
Si quieres hacerlo, les puedes compartir el horaro que te has establecido para trabajar desde casa.
3) Alterna el lugar de trabajo
Hay días en los que llegas a fastidiarte de estar en el mismo lugar de todos los días. Es importante que cambies la energía del lugar de trabajo en el que te encuentres. Sientes que algo te drena la energía y empiezas a procrastinar.
Lo mejor, para evitar que esto suceda, es alternar el lugar de trabajo, es decir, tener varios sitios dentro de tu casa donde te puedas sentar con tu computadora y trabajar agusto.
Yo tengo mi oficina propia en casa, que antes era una bodega donde se guardaba lo que ya no se usaba y las decoraciones navideñas.
También tengo un escritorio en mi habitación, porque hay veces en las que requiero estar en ese lugar. Pero también me ayuda a lidiar con el tema de la energía y darle una variedad a mi rutina laboral, algo con lo que me siento muy cómodo y puedo hacer mi trabajo como me gusta.
Ahora que ya conoces estos tres consejos, espero que te faciliten más la vida si en estos días te encuentras trabajando desde casa.
Yo los practico desde finales del 2015, época en la que comencé como emprendedor y los compartí con otra de mis hermanas, quien trabaja como personal administrativo en una preparatoria y, por las restricciones de la pandemia, tuvo que empezar a trabajar desde casa y fue un verdadero reto para ella.
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