#238 – 3 hacks para evitar la procrastinación

No hay nada peor que la procrastinación.

Es el peor enemigo de todo escritor.

La procrastinación es el acto de dejar las cosas para después, cuando sabes que tienes que hacerlas.

Hace poco leí un tweet que llamó mi atención, hacía referencia a esta condición en la que muchos hemos caído y que, de vez en cuando, seguimos cayendo.

«La procrastinación no es flojera. No pospones las tareas para evitar el trabajo. Lo haces para evitar las emociones desagradables: duda, aburrimiento, confusión, frustración. La tarea que estás evitando no siempre es la que odias. A veces es aquella que más temes y la que más vale la pena perseguir» -Adam Grant

Cuando leí este tweet, tuvo mucho sentido.

Normalmente los escritores procrastinamos porque no queremos ver como se leerán nuestras palabras, lo dejamos para después y tapamos ese sentimiento de duda y frustración con la excusa de que no sabemos cómo empezar.

Hay momentos en los que, como autor, te cuesta plasmar lo que quieres transmitir al lector. Sientes que no tienes las palabras que necesitas. Ahí comienza el problema y, si lo dejas, provoca un efecto bola de nieve.

¿Por qué pasa esto?

Porque postergas las cosas, una y otra vez.

¿Te ha sucedido que dejas de escribir un libro porque ya no sabías cómo continuarlo?

Aquí puede recaer el problema.

Cuando no tienes las palabras adecuadas para, por ejemplo, redactar una escena de batalla, donde intervienen varios personajes, empiezas a dejar de escribir.

Cada vez que te sientas dispuesto a escribir, realizas otras cosas.

No es la tarea la que evades, es el hecho de evitar que esa emoción salga flote: la auto-duda y la frustración.

He estado ahí muchas veces. Es terrible ese sentimiento porque sientes que nunca acabará y no encuentras la manera de darle la vuelta al problema.

Por eso es importante mantener el hábito de la lectura frecuente, porque es la única forma de seguir avanzando. Aprender de otros autores nos ayuda a moldear nuestro propia forma de escribir y encontrar el estilo con el que te sientes más cómodo.

Yo no me siento cómodo narrando en primera persona. No soy yo quien está viviendo la historia, son mis personajes, y yo los acompaño en el viaje. Por esa razón me siento más cómodo escribiendo en tercera persona.

Busco libros de fantasía, misterio, ciencia ficción o cualquier tema que me interese escribir, para leerlos y aprender vocabularios nuevos. De esa forma, puedo conocer como es que otros autores redactan sus escenas de batalla, uso de magias, interacciones entre varios personajes, descripciones de lugares, personas o cosas.

3 hacks que te pueden ayudar a evitar la procrastinación

1) Utiliza podomoros a la hora de escribir

He descubierto que me siento más cómodo cuando escribo con un temporizador en retroceso.

Una vez que comienza a contar el tiempo, no me detengo y escribo las cosas tal y como las imagino. Claro, tengo apoyo de la estructura de mi libro, pero también me gusta ir descubriendo mis historias porque así es como logro, por arte del universo, resolver las tramas más complejas en mis libros.

2) Bloquea todo tipo de distracciones

Las distracciones están a la orden del día, sobre todo en esta era digital y de redes sociales. Recibimos notificaciones en todo momento, que pueden distraernos del trabajo que estamos haciendo y arruinar la inspiración.

Si vives con tu familia, pídeles que no te interrumpan mientras vayas a estar escribiendo. Busca un lugar cómodo y seguro para escribir y guarda tu teléfono el tiempo que vayas a estar escribiendo.

3) Agenda tus sesiones de escritura y coloca alertas

Igual que haces con tus compromisos de trabajo, agenda los espacios de escritura para tu libro. Coloca alertas que te notifiquen de 30 a 10 minutos antes para que puedas prepararte antes de comenzar a escribir.

Hay momentos en los que sientes un poco de resistencia, pero es porque tu mente quiere evitar a toda costa experimentar la sensación que el trabajo produce.

Cuando estás comenzando puede haber frustración, duda o aburrimiento. Es normal, no dejes que esto te detenga.

Una de las razones por las que muchas personas abandonan sus metas es porque no ven avances progresivos en el corto plazo. Sienten que no están logrando nada en el momento y terminan abandonando.

Es mejor hacerse a la idea de que el progreso es lento, pero seguro. Una forma de motivarte es llevando un registro de avances, para que puedas verlo cada vez que te sientas aburrido o que no estás logrando mucho.

La procrastinación no es algo que se vaya a ir de la noche a la mañana o por arte de magia. A mi me sigue pasando caer en la procrastinación. La diferencia es tener hacks o técnicas para poder evitarlo.

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