#255 – Cómo alimentar tu espíritu de escritor y mantenerte en el camino

Escribir un libro no siempre es un camino fácil y más cuando tu entorno no es apropiado.

Tal vez hay personas a tu alrededor que te desaniman y te hacen dudar de las metas que quieres lograr.

Créeme, no eres el único al que le ha pasado.

Hace unos años comencé a estudiar el área del desarrollo personal, con la finalidad de crecer personalmente y poder cumplir las metas que quería en la vida.

Asistí a cursos de emprendimiento y educación financiera. Aunque no estaban relacionado con la escritura, quería descubrir cual era mi camino como persona y acercarme más al propósito que quería para mi vida.

Yo era de los que salía de los cursos y buscaba la manera de poner en práctica todo lo que aprendía. Me emocionaba pensar cómo aplicaría los nuevos conocimientos a mi vida.

De nada serviría pasar tres días encerrado en un salón si salgo, regreso a mi vida normal y no aplico nada en lo absoluto.

Una de las maneras en las que me mantenía motivado en ese entonces era tomándome fotografías, cuando estaba en la meta de perder peso, y compartir frases motivacionales en mis redes sociales.

Me encantaba porque tenían un gran significado para mí y sentía que trascendía mis aprendizajes y, uno nunca sabe, tal vez podía inspirar a más de uno.

Pero no todo resultó como esperaba.

Una persona, que en esa época, consideraba uno de mis buenos amigos de la universidad, contradijo todo lo que yo publicaba.

«De nada sirve que publiques todas esas cosas o que asistas a esos cursos. No sirven y tampoco leer libros. Vas a volver a tu vida y seguirás igual. Todos los que toman cursos no aplican nada».

No te mentiré, sentí que me hirvió la sangre y me impresioné. ¿Cómo era posible que una persona que consideraba muy profesional y admirable, hiciera esos comentarios?

Lo peor fue cuando otro contacto, que resultó ser su hermano, secundó su comentario respaldando lo que decía. No quise hacer alarde de los comentarios y dejé pasar unos días.

Era una época en la que daba mucha importancia a este tipo de cosas, pero me hizo darme cuenta de que no tenía el mejor entorno si quería lograr mis metas. Eran pocas las personas de mi entorno que me daban su apoyo.

Mi conclusión fue que tal vez ese viejo amigo sintió que me estaba alejando. Ya no era tan fiestero como antes y su comentario mostraba el desacuerdo en todo lo nuevo que yo estaba haciendo.

La gente te sorprende.

Pero yo no me iba a detener solo porque una persona no estuviese de acuerdo. Con el tiempo, la amistad se deterioró y terminó perdiéndose. Dejamos de seguirnos en las redes sociales y cada quien siguió con su vida.

No me sentí mal en lo absoluto. Entendí que a veces hay ciclos que deben cerrarse para poder abrir nuevas puertas. Tenemos que hacer espacio a lo nuevo para poder mantenernos en el camino.

El entorno que me rodeaba comenzó a cambiar con el paso de los meses.

En los cursos que tomé de manera presencial y online conocí a nuevas personas, que aunque no todos se hicieron amigos, algunos lo hicieron y se han quedado hasta la fecha.

Comenzamos a reunirnos para mantener vivo el espíritu del emprendimiento y seguir trabajando en el cumplimiento de nuestras metas. Aunque todos teníamos pasiones diferentes, el apoyo entre nosotros era invaluable y nuestras conversaciones eran de calidad y muy nutritivas.

Era el tipo de entorno que había estado buscando durante gran parte de mi vida. He trabajado directamente con algunos de ellos y otros me han organizado conferencias para hablar sobre mis libros.

Hoy en día, mi camino es muy diferente al de ellos. Todos estamos siguiendo nuestra ruta de emprendimiento, pero la mía está en la escritura.

Emprendí con mis libros y es un gran logro por el que me siento tremendamente agradecido y lo que me ha ayudado a mantenerme en el camino ha sido el recibimiento que mis libros han tenido por parte de los lectores.

Leer los comentarios positivos que los libros reciben en Amazon mantienen vivo mi espíritu de escritor y me ayudan a seguir escribiendo nuevas historias.

Si en estos momentos tienes un entorno tóxico en el que nadie te apoya, averigua quién de tus amigos es una persona confiable y a la que puedas platicarle de tus metas.

No será un proceso fácil, porque quizás la persona en la que te conviertas, mientras desarrollas tu camino como escritor, no sea del agrado de ellos. Pero como dicen, no puedes complacer a todo el mundo y eso está bien.

Es algo con lo que tienes que vivir, pero si estás en el proceso de escribir tu libro, elige a tu amigo más confiable y reúnete con el o ella y platícale de tus avances, logros y errores. Esa persona no te juzgará, solo será un escucha y te dará palabras de aliento, que es justo lo que necesitas cuando estás en el cumplimiento de tus metas.

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