Si sientes que no eres bueno escribiendo, no eres el único.
Yo también sentía lo mismo y la frustración que vivía era agobiante.
Pero de algo estoy seguro.
Cuando logré encontrar mi voz como escritor, comprendí que todo el trabajo que había hecho con mis últimos libros, había valido la pena.
Pero cuando yo comencé, no era bueno escribiendo.
Escribía unas palabras y luego las borraba.
Lo hacía una y otra vez. Me sentía un fracasado total.
Creía que tomar cursos de redacción era la solución.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta lo equivocado que estaba.
Porque desde el momento en el que sientes que tienes algo que contar al mundo, eres un escritor.
No importa si nunca has escrito antes o si no tienes un título como profesional en redacción.
Tienes que mostrar al mundo tu mensaje. Esa es tu responsabilidad moral.
Fíjate, he conocido mucha gente que se la vive tomando infinidad de cursos.
Y otros que se la pasan leyendo mucho antes de escribir el libro.
Está bien leer mucho, porque te ayuda a entender el lenguaje con el que otros escritores comunican sus historias.
Y está bien tomar cursos, porque obtienes metodologías y estrategias.
No digo que ninguna de las dos cosas esté mal.
Pero si no haces algo con estos conocimientos, de nada sirve que hayas invertido tu tiempo en ellos.
Debo decir que eso sucedió conmigo.
Tomé muchos cursos de educación financiera, pero cuando volvía a la realidad me frustraba porque no tenía idea de como aplicarlos.
Necesitaba encontrar algo que me apasionara y así poder emprender.
La escritura era mi verdadera pasión pero sentía que debía darme el tiempo para escribir.
Y como mi trabajo no me daba el tiempo, creí que emprender mi negocio me ayudaría a obtener los ingresos necesarios para renunciar al empleo y dedicarme a escribir.
No te quiero contar la cantidad de emprendimientos que tuve porque seguro que te abrumaría.
El punto es que tienes que comenzar a escribir de una forma u otra.
Sin importar que nunca hayas escrito antes.
Hay una fase que dice:
«Los libros son re-escritos, no escritos».
Así que no te preocupes de que tan feo se lea tu libro.
Ya tendrás tiempo de ocuparte de las correcciones.
Porque la escritura de un libro también es un proceso.
Puedes comenzar a escribir sobre esa gran idea o historia que tanto te emociona.
Hazlo como si estuvieras conversando con alguien y deja que la escritura fluya.
Una vez que termines el libro, entonces podrás corregir y editar.
Pero por ahora, céntrate en escribir de manera fluida.
Eres un escritor, solo tienes que comenzar a escribir.
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¿Sientes que tienes que borrar lo que vas escribiendo?