Se acercan los últimos días de las correcciones de Secretos del Pasado y me siento muy emocionado por todo lo que viene.
Preparar la tercera edición de esta novela, que fue el inicio de mi carrera como autor, ha sido un verdadero placer.
Porque al principio comencé a realizarlo por mero gusto.
Creí que era el momento apropiado para hacerlo y eso me hizo sentirme muy conectado con mi propósito como autor.
Como sabes, desde pequeño, me ha encantado contar historias que me permitieran desconectarme de la realidad.
No porque mi vida no fuera buena. Lo era. Tuve una infancia increíble, pero simplemente me encantaba.
Recuerdo que cuando era pequeño tenía un vochito y varios monos de juguete que cargaba siempre conmigo.
Incluso los llevaba a la primaria y le hacía señas a mis compañeros para que se acercaran.
Éramos cinco los que siempre hacíamos un círculo y nos contábamos historias.
Algunos eran fanáticos de las historias de terror y yo solo prefería las de ficción.
Usaba esos juguetes para contar una historia ficticia.
Les contaba que yo me hacía pequeño y me iba a vivir la aventura con aquellos juguetes.
Me emocionaba con cada detalle que les iba contando y más por lo que sentía al vivir esas experiencias.
Desde ahí nació el gusto de contar historias y la fascinación por los universos de personajes.
Fíjate, ayer comencé a corregir el capítulo 9 de Secretos del Pasado.
En el cual comienzan a soltarse más pistas para que el lector se formule teorías en su mente.
Comienza con Alison Pleasant, quien se encuentra desvelada por el trabajo que lleva haciendo para la madre de Ryan Goth.
Alison ha sido contratada para realizar trabajos en la inauguración de una tienda de antigüedades en la ciudad ficticia de Terrance Mullen.
La madre de Ryan, Carol Goth, es fanática de las antigüedades y ha decidido perseguir su pasión montando su propio negocio.
Pero lo que me ha encantado de esta escena es poner detalle a lo que el personaje de Alison está sintiendo:
«Ojos arenosos»
«Cansancio extremo»
«Se le cierran los ojos si se queda quieta»
Porque a todos nos ha agarrado el cansancio en algún momento.
Esa es una de las cosas que más disfruto: describir con detalle las emociones del personaje.
Porque Alison se encuentra tremendamente cansada con todo el tema de la inauguración.
Para darle detalle a esas emociones me transporto a aquellos días en los que estaba en la universidad y dormía pocas horas.
Hubo ocasiones en las que estudiaba durante las noches para los exámenes, porque trabajaba por las tardes e iba a la escuela por la mañana.
Esos momentos son los que me hicieron encontrar el tipo de emociones que quiero que mi personaje experimente.
Creo que es una de las cosas que también hace que los lectores se identifiquen: los pequeños detalles que pones a las emociones que están sintiendo.
Y la verdad es que Alison es sumamente extrovertida.
A todo le dice que sí. Sin olvidar que es una experta en las computadoras y le encanta ser una protectora.
Pero en esta escena ella se siente cansada y para que el lector conecte con el personaje debemos encontrar la manera de ponerle emoción a lo que siente.
Si en algún momento buscas la manera de darle una emoción a tu personaje, piensa en algún momento de tu vida en el que hayas experimentado algo similar.
Créeme que ayuda mucho a la hora de redactar tus propias historias.
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Cuéntame en los comentarios:
¿Cómo describes las emociones que tus personajes sienten en tus historias?