#351 – Cómo entrenar a tu editor interno

¿No te gusta lo que escribes?

Bueno, pues este pensamiento está determinado por tu editor interno.

El editor interno es aquella voz prejuiciosa que se encarga de decirte que corrijas tu trabajo.

Dejarlo que domine nuestras sesiones de escritura puede ser bastante perjudicial, porque no solo atrasas tu trabajo, sino que te condicionas a ser prejuicioso con tus escritos.

Todos los escritores hemos lidiado con el editor interno, en todo momento.

Incluso, yo en ocasiones, hay veces que tengo que desactivarlo.

Un día te sientas a escribir con toda la tranquilidad del mundo. Tienes tu taza de café a la mano y estás listo para dar rienda suelta a tu creatividad.

Sin embargo, surgen los pensamientos…

«¿Y si mejor lo borro?»

«No me gusta como se lee lo que acabo de escribir»

«Lo voy a borrar y volver a escribir de nuevo»

«Siento que a la gente no le va a gustar esto que acabo de escribir»

Y los pensamientos pueden seguir, sin parar, si es que los dejas.

Hay veces en las que se te va un error de dedo porque te equivocaste de tecla y el editor interno te dice que lo borres.

Yo he retrocedido, una letra, pero no paso de más, ya que si retrocedo unas cuantas palabras, podría desencadenar un mal hábito.

Corregir tu libro mientras lo escribes es el peor de los errores que puedes cometer.

He conocido escritores con los que he trabajado directamente para escribir sus propios libros. Había momentos en lo que nos reuníamos para revisar sus avances.

Cuando empezaban a decirme:

¿Cómo ves si este texto lo pongo en negritas?

¿Y si agrego cursivas?

Fíjate que acabo de borrar este párrafo porque no me gustó y quise añadir más cosas.

No te mentiré. Cuando se hacía el trabajo de esta forma, el escritor se tardaba hasta más de lo planeado en sacar el libro, cuando se había marcado, como meta, escribirlo en 65 días.

El editor interno estaba activado a tope y había dominado la rutina del escritor.

Así que decidimos enfocarnos en lo siguiente:

  • No trabajes en otro libro, enfócate en este.
  • No corrijas nada de lo que estás escribiendo. Si pusiste una palabra de más, déjala.
  • Evita volver a leer lo que acabas de escribir. Te vas a retrasar más.

Cuando el escritor empezó a aplicar estas tres reglas, pudo terminar su libro en las semanas que siguieron. Se pasó de su fecha límite, pero lo importante es que había terminado.

Todo lo que hizo fue desactivar el editor interno durante la fase de escritura del libro.

Últimamente mi computadora tiende a hacerme jugarretas. Por ejemplo, cuando estoy redactando algún escrito, sea un post del blog o un capítulo de mi nuevo libro, la letra «C» tienda a repetirse 2 veces o más.

Todavía sigo trabajando en descubrir porqué sucede esto, ya que recientemente limpié mi teclado. Hay veces en las que, si es un primer borrador, dejo la palabra escrita con 2 o 3 «C’s».

Considerando que no es error mío, sino del hardware de la computadora, lo dejo como tal para no clavarme en corregir lo que he escrito.

Actualmente, el primer borrador de mi nueva novela tiene demasiados errores, pero sé que así es la primera fase del proceso de escritura de un nuevo libro. Las fases de corrección vienen posteriormente y eso me da la confianza de finalizar.

Si el editor interno llega activarse, trata de no dejarlo que te robe espacio mental. Aplica las reglas que te mencioné en la parte de arriba y te aseguro que podrás finalizar tu libro en el tiempo que te propongas.

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