¿Alguna vez has pensado que ya no estás en edad para escribir un libro?
A mi me pasaba este pensamiento por la cabeza.
Me decía a mi mismo:
Tengo 27 años, ¿porqué estoy haciendo esto?
¿Qué caso tiene ahora?
Pero comprendí que la edad no debería ser un impedimento cuando los escritores que comenzaba a leer eran mucho más grandes que yo.
Porque a final de cuentas lo que importa es el mensaje que quieres compartir con el mundo.
En mi caso, las historias que yo escribo son sobre un grupo de adolescentes.
Pero dado que es una serie, ellos van creciendo con el tiempo.
Ahora, en el libro número 7, los personajes ya no tienen dieciséis años como cuando comenzó la historia.
Están en sus 20 a 21 años, lo que también implica nuevas etapas para ellos.
Había ocasiones en las que pensaba:
¿De verdad será bueno escribir estos personajes dada la edad que yo tengo?
¿No debería enfocarme en contar otras historias?
Entonces caí en cuenta de que yo había tenido también sus edades y podía incluir algunas de mis experiencias en ellos.
Cuando el libro se publicó, tenía algo de miedo por conocer la opinión de las personas.
Entonces leí los comentarios en Amazon (aún lo hago porque alimentan mi alma de escritor) y me di cuenta que no importaba mucho quien fuera el escritor.
Las historias estaban siendo del agrado del público y eso era lo que más me daba satisfacción.
Ahora, con casi 35 años, me doy cuenta de que no importa la edad si quieres escribir un libro.
Conozco personas que a sus setenta años han tenido la chispa de hacerlo y lo logran.
Porque, como te lo digo, es el mensaje de tu libro lo que realmente importa.
Si en este momento estás juzgándote porque no tienes la edad suficiente o te consideras algo grande, simplemente piensa en lo que quieres compartir con las personas.
Si la historia te emociona a ti, estoy seguro que emocionará a otros.
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