Recién he finalizado de mapear los capítulos finales de mi nueva novela y me ha emocionado mucho hacia donde va la historia.
Este libro marca la despedida de varios personajes secundarios que, probablemente, podrían tener su propio spin-off como Preston, pero aún me encuentro evaluando la posibilidad de hacerlo.
El universo de los Protectores se ha expandido de una forma que no me imaginaba y lo he disfrutado mucho.
Durante la escritura de esta última novela sucedió algo que no esperaba. Los tiempos que tenía planeados para los últimos capítulos no fueron los más adecuados.
¿Por qué razón?
No me sentí cómodo escribiendo en modo descubrimiento, aunque tuviera algunas historias planeadas. Me sentí perdido, desconectado y la trama se salió de mi control.
Sabiendo que la fecha de lanzamiento de la novela está a menos de 2 meses me di a la tarea de ordenar lo que necesitaba.
¿Es posible que me pasen estas cosas luego de más de una decena de novelas escritas?
Sí, por supuesto, puede pasar. He probado diferentes enfoques para escribir, pero soy más de los que les gusta ir siguiendo una estructura creada previamente.
El descubrimiento, para mí, se da cuando ya tienes tus escenas planeadas y mientras escribes esas escenas recibes un golpe de inspiración sobre nuevas escenas que podrían encajar perfecto con lo que sigue.
Escribí en modo descubrimiento cuando era chico, pero me tardaba muchos meses en poder terminar una novela. Algunas veces reusaba tramas pasadas y, a mi parecer, la historia se volvía monótona.
Por eso cuando empecé a elaborar lluvias de ideas y mapas mentales me sentí tan bien que, cuando me ponía a escribir, tenía la confianza de que iba a finalizar y me sentía muy motivado.
Para esta nueva novela planeé 70,000 palabras que no es un número difícil de cumplir porque puedes ponerte metas diarias. Así que me puse un objetivo de 2,500 palabras al día.
Sin embargo, esta última semana, si fue un completo caos. Estaba hablando sobre muchas cosas que, a final de cuentas, no encajaban con la trama principal que está basada en los tres príncipes.
Estaba tan emocionado que también quería hablar sobre profetas, cometas, pueblos misteriosos, cuando lo principal era descubrir donde estaba el antagonista, conocer sus orígenes y motivaciones y descubrir su más grande y perverso plan.
El antagonista, en este caso Darius, es uno de los más complejos que he escrito. Su historia es muy diferente a los villanos anteriores, que normalmente fueron buenos en el pasado.
Todos estos arreglos que tenía que realizar me hicieron sentirme muy abrumado. Sentia que el mundo se me venía encima, así que lo que hice fue calmarme y preguntarme: ¿cómo empezaría a solucionar esto?
Junté todas mis hojas de investigación y las transcribí en un documento de Scrivener para eliminar o dejar las cosas que realmente necesitaba la historia del libro. Eso me ayudaría a depurar información innecesaria, lo que también fue beneficioso ya que lo sentí como una liberación de carga mental.
Volví a redactar las historias de trasfondo sin la información de relleno. Transcribí los resumenes de cada capítulo en el documento de Scrivener y de esa forma pude seleccionar que se quedaría y que se iría cuando empezara la auto-edición.
Re-leer los resumenes de cada capítulo me ayudó a definir un nuevo rumbo para los últimos dos y ahora ya conozco el descenlace de cada protagonista, en especial el de Ryan.
Fue un trabajo bastante duro, pero necesario. Así que para el próximo libro volveré a lo que más me ha funcionado y sobre eso trabajaré de ahora en adelante. Está bien probar enfoques diferentes, pero eso no significa que todos podrían funcionarme.
Ahora solo me quedan por escribir menos de 5,000 palabras que se traducen en 2 días de escritura, pero me siento contento con este libro.
Si en algún momento te has visto en la misma situación, no sucumbas al pánico. Tómate uno o dos días de descanso y vuelve al libro. Evalúa cuánto te falta por terminar y planealo para los días que quieras dedicarle: ya sean 3 días o hasta 1 semana.
Se trata de que disfrutes el proceso de escritura y, aunque sientas un poco de presión, lo hagas mejor la próxima vez.
Cuéntame en los comentarios si estos consejos te fueron útiles. Si es así, pasa la voz y compártelo con alguien que necesite leerlo.