¿Has experimentado alguna vez una oleada de energía mientras trabajas en la creación de contenidos o en tu propio libro?
Déjame decirte que es maravilloso.
No obstante, a veces enfrentamos obstáculos que pueden afectar a este flujo creativo. En esos momentos de máxima creatividad, ¿necesitas esa energía para alcanzar tus objetivos de escritura?
Mi experiencia en el 2020 con este tipo de energía creativa fue diferente. A finales del 2019 vivimos una situación en mi familia que nos cambió la vida por completo. Mi padre enfermó y decidí cuidarlo y ayudarlo en su recuperación.
Fue un proceso bastante duro y vivimos meses de mucho estrés, sin olvidar que estábamos en el pleno apogeo de la pandemia.
Esto me llevó a posponer mis responsabilidades como profesional independiente y centrarme al 100% en su bienestar.
Por consecuencia, mi energía creativa disminuyó gradualmente sin que yo me diera cuenta, hasta después de varios meses. Me costaba mucho concentrarme para crear historias nuevas y tuve qué hacer algo al respecto.
Cuando las cosas comenzaron a calmarse y gracias a la meditación, pude retomar mi rutina y vida laboral, poco a poco. Volví a involucrarme en mis actividades, especialmente en la escritura de mis libros. Sin embargo, noté que mi energía creativa estaba bastante baja.
Esto no se debía a la falta de voluntad, sino a las circunstancias estresantes y frustrantes que enfrentaba en ese momento. La situación de mi padre me enseñó a practicar la paciencia y esto fue clave cuando tuve que elegir a qué darle mi atención.
En 2021 publiqué un libro, en 2022 publiqué 2 más y en 2023 publiqué mi última novela hasta el momento. Fue un logro fantástico. Con el tiempo, recuperé la energía creativa necesaria para crear nuevos contenidos e historias.
Me di cuenta de la vital importancia de cuidar mi energía creativa y me pregunté cómo lograrlo.
Lo primero que hago es identificar los momentos del día en los que tengo más energía para crear. En mi caso, prefiero escribir por las mañanas y protejo ese tiempo de otras actividades.
He destinado de 8:00 a 10:00 a.m. para escribir, y luego, a las 10:00 a.m., puedo atender las responsabilidades relacionadas con mi padre. De esta manera, avanzo en mis proyectos, especialmente en la escritura de mis libros. Solo en emergencias, trabajo fuera de ese horario.
Este año ha sido muy retador en cuanto a circunstancias externas. Con el aumento del calor vinieron los cortes de luz constantes. Me he adaptado a esta situación grabando mis ideas en mi teléfono, incluso en el coche, para no perder mi impulso creativo. Utilizo mis auriculares con goma para neutralizar cualquier ruido externo.
Si deseas cuidar tu energía creativa, identifica las fuentes potenciales de distracción o interrupción y evítalas. También establece horarios claros en los que puedas trabajar sin interrupciones.
Comunica la importancia de tus proyectos a las personas con las que convives, para que respeten tu tiempo de trabajo.
Otra opción es encontrar un lugar fuera de casa para trabajar, como una cafetería o biblioteca. En mi caso, grabo contenido mientras estoy en movimiento.
Hay veces en las que hago caminatas nocturnas y voy grabando en mi teléfono. Si te preocupa ¿qué dirá la gente? Puedes hacer como que no te importa o fingir que estás enviando una nota de voz.
Rodéate de personas positivas que te apoyen en tus proyectos y evita a las personas tóxicas que podrían socavar tu confianza.
Si buscas correr, únete a un grupo de corredores; si deseas ser un experto en ventas, busca un grupo de aprendizaje en ventas. Si quieres escribir un libro, busca una comunidad de escritores.
Yo mismo administro un grupo de escritores en Facebook donde compartimos conocimientos y apoyo mutuo. Cuida mucho tu energía creativa para alcanzar tus objetivos y evitar dolores de cabeza innecesarios.