#226 – Protegiendo tu creatividad en tiempos de incertidumbre

Cuando empezó la pandemia vivíamos bombardeados de titulares.

«Se registran tantos contagios en…»

«Confinamiento obligatorio puesto en marcha…»

Era algo totalmente nuevo.

Recuerdo que mi madre me decía: jamás en mi vida había visto algo así.

El encierro, personalmente, no me afectó tanto.

Estaba acostumbrado a trabajar en casa desde hace años, aunque si afectó a mi familia.

Vivían con cierto estrés por no salir a las calles, sobre todo por la falta de mascarillas.

Mi padre había dejado el hospital en febrero y su situación de salud era bastante compleja.

Durante los primeros días de la pandemia, trabajaba de lleno en el coaching y en una nueva novela.

Tenía muy poco tiempo para laborar, ya que los cuidados de mi padre eran sumamente extremos y teníamos que ser cuidadosos con sus curaciones y tratamientos.

Pedíamos toda la despensa por Internet y yo era el único que salía de casa.

La repetición de esta rutina me produjo un poco de ansiedad.

Necesitaba salir a correr y ejercitarme, pero no podía hacerlo. El virus no estaba lo suficientemente estudiado, como para determinar si era viable salir a hacer ejercicio.

Odiaba hacer ejercicio en casa, porque me aburría demasiado. Salir a correr me daba mucha libertad. Era el ejercicio que me daba claridad cuando las cosas no fluían en mi vida.

A la hora de crear nuevos contenidos, mi cabeza estaba bloqueada. Sentía como si estuviera en un alberca, con la cabeza de fuera y usando las manos para mantenerme a flote.

Esta nueva realidad trajo muchos cambios, entre ellos, la manera de interactuar con las personas.

Decidí hacer lo necesario para proteger mi creatividad, porque vivíamos en tiempos de mucha incertidumbre. Necesitaba mantener toda posibilidad abierta y seguir creando contenidos nuevos.

1) La meditación

Es normal sentir un poco de ansiedad cuando vives con incertidumbre y estás en un proceso que parece no tener fin.

La meditación me ayudó a mantenerme en calma, estar presente y lidiar con las sensaciones burdas dentro de mi cuerpo.

Aquí te cuento cómo la meditación puede beneficiar tu vida

2) Leer libros que te gustan

La lectura es el mejor arma para todos los escritores porque nos permite aprender del trabajo de otros autores.

Leer todos los días me permitió desconectarme de la realidad, sobre todo cuando eran libros que realmente me gustaban.

Considero que las personas dejan de leer porque eligen lecturas que no son de su agrado.

En este post te cuento cómo crear hábitos de lectura a la larga

3) Aprender una nueva habilidad

Hace unos años sentí atracción por la repostería. Me inscribí a un reto Paleo y descubrí una receta para hacer un postre de chocolate sin procesados.

Me daba un poco de terror gastar los ingredientes y arruinar el producto, pero finalmente pude lograrlo.

Cuando estuvimos encerrados en casa, por casos de covid en la familia, no podíamos salir a ningún lado. Pedíamos las compras a domicilio y una de mis hermanas nos surtía la despensa y la dejaba en la entrada de la casa.

Mi madre cumplió años durante esos días. Quisimos probar algo diferente, así que le hice un pastel de chocolate con almendras, siguiendo las recetas de Paleo.

La experiencia fue fantástica ya que el proceso de creación es interesante. Sin duda alguna, aprender una nueva habilidad, mantuvo mi creatividad a flote para seguir escribiendo.

Otra habilidad que continúo desarrollando es el dibujo. Me encanta dibujar mapas, personajes e historietas.

Para la creación del libro «Orígenes», dibujé una gran cantidad de personajes y mapas. Es una experiencia muy enriquecedora porque alimenta mi espíritu creativo y se lleva bien con la escritura.

Espero que estas 3 formas te ayuden a proteger tu creatividad y llevarla a un nuevo nivel.

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