¿Cómo mantener el compromiso para terminar de escribir un libro?
Esta fue una de las mayores dudas que tuve cuando inicié mi primer libro por ahí del 2013.
Tenía muchas preguntas y bastante desconocimiento, aunque ya hubiese escrito montones de historias antes.
Esta vez era distinta porque se trataba de un libro y había hecho una promesa que no estaba muy seguro de cumplir, pero algo en el fondo me decía que podía lograría.
Todo era cuestión de no detenerme y seguir indagando e investigando.
Comencé a escribir el libro siguiendo la regla de oro: no corregir nada de lo que redactaba. La escritura fluía de maravilla porque estaba siguiendo una estructura con todas las ideas en orden.
Me empeñé en construir el libro párrafo por párrafo, sin embargo todavía tenía algo de inseguridad. Sentía que algo pasaría y que me haría olvidarme del libro, como ya había sucedido en años anteriores.
Estaba aterrado de solo pensarlo porque, si los dejas, estos pensamientos catastróficos te consumen.
Meses antes leí un libro sobre desarrollo personal en el que se hablaba sobre una técnica que, siendo honesto, a mi me daba un poco de pena aplicarla.
Se llamaba «Amigo de Rendir Cuentas».
Esta estrategia consiste en buscar a un amigo de confianza al que puedas contarle sobre los planes que estás concretando, transmitirle la importancia de llevarlos a cabo y pedirle que, cada cierto tiempo, te haga preguntas sobre tus avances.
El amigo de rendir cuentas debe sentir que realmente tienes compromiso para concretar tus metas. Puedes reunirte con esta persona en un café o a través de una vídeollamada cada semana o quince días.
La idea de este ejercicio es platicarle tus avances, dudas, fracasos y logros. Por ello es de vital importancia que sea alguien en quien confías plenamente. No debe haber juicio de por medio, simplemente debe ser una persona que te escuche y esté ahí para hacerte preguntas que te ayuden a comprometerte más.
Cuando estás iniciando la escritura de un libro, la motivación no llegará por si sola. Por eso te recomiendo mucho implementar esta estrategia cuando estás comenzando un proyecto. No tienes que contarle a todo el mundo, solo eligea la persona en la que puedas confiar plenamente.
Debes ser honesto y muy transparente cuando se reúnan para hablar sobre tu meta.
Los beneficios que obtienes al implementar esta estrategia son:
- Tienes a alguien que te escucha. No te sientes solo porque hay alguien que sabe sobre lo que estás haciendo y está ahí para escucharte si algo no te salió bien.
- Mayor resiliencia. No todos los días van a ser color de rosa. Habrá días también malos y esa es la dualidad que nos vuelve humanos. Puedes hablar con tu amigo de rendir cuentas y contarle porque crees que las cosas no salieron bien y establecer posibles acciones que te lleven a tener un mejor resultado.
- Tu compromiso se eleva. Si antes te sentías un poco perdido con tus metas, esta vez será diferente porque te vas a sentir más conectado a tu proyecto y eso es algo bueno porque no habrá cosa que te detenga.
Si sientes que no estás logrando lo que te propones o no has escrito tu libro porque piensas que no puedes solo, busca a un amigo de rendir cuentas para que te acompañe en el camino.
En caso de que no te sientas seguro de compartir tus metas o crees que son muy personales, prueba con escribir un diario de rendir cuentas.
Solo adquiere un cuaderno y siéntate todas las noches a escribir sobre las acciones que llevaste a cabo para estar más cerca de tu meta. Dedica otro día de tu semana a leer lo que escribiste en tu diario de rendir cuentas y elabora un plan con posibles acciones para acercarte más a tu objetivo.
Hoy en día yo tengo amigos de rendir cuentas y los contacto cada cierto tiempo. Normalmente son otros emprendedores y escritores que están en el mismo camino que yo.
Nos envíamos audios o nos reunimos en una vídeollamada para hablar sobre nuestros proyectos, sobre las cosas que no salieron bien y lo que podemos mejorar. Es normal sentir que tal vez las cosas no vayan bien y nuestras conversaciones son muy nutritivas y también me ayudan a tener retroalimentación de lo que hago.
No estás solo, créemelo.
Yo también he estado en el lugar donde posiblemente tú te encuentres y sé lo duro que puede llegar a ser cuando te sientes solo en el camino.
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