¿Cuántas veces no te has sentido abrumado porque tienes mucho por hacer para cumplir una meta?
Seguro que siempre ¿no?
De tanto pensar en todas mis actividades, mi mente terminaba agotada.
Era como si ese sentimiento abrumador me drenara la energía y me imposibilitara para ponerme en acción.
Me frustraba de sobremanera porque no sabía qué hacer al respecto.
Pensaba que eran etapas que uno tenia que vivir.
La pregunta era ¿por qué me lo permitía?
¿Era necesario sentirse abrumado porque me creía incapaz de concretar un objetivo?
Hace ya algunos años que empecé a tomarme en serio el ponerme metas y cumplirlas.
Fue en 2013 cuando me propuse la meta de ponerme en forma.
Siendo honesto, no me sentía cómodo siendo gordito, porque afectaba a mi salud física.
Tan solo 2 años atrás me habían operado de la vesícula, problema que se derivó de la mala alimentación, desvelos y una vida agitada.
Me dio un poco de terror seguir ese ritmo de vida, por lo que tuve que realizar cambios graduales.
Un día estaba en Monterrey y mis hermanos habían llegado de visita para quedarse 2 semanas.
Mi hermana traía consigo unas dietas especiales que le habían recetado a mi hermano, quien tenía que cuidarse por un problema de hipertensión.
En ese entonces no tenía nada de experiencia ni conocimientos en el tema de la alimentación saludable, así que le saqué una fotografía a las dietas de mi hermano y comencé a realizarlas cuando ellos regresaron a Ciudad Valles.
Noté cambios después de unos meses, pero no a nivel físico, sino mental.
Había aprendido a elaborar las comidas saludables, pero no fue hasta el 2014 que fui con la misma nutrióloga y comenzamos a trabajar en mi objetivo de perder peso.
2013 había sido como un entrenamiento para preparar las comidas.
No te mentiré, al principio me sentí abrumado. Me veía en un espejo y decía:
¿De verdad lograré lo que quiero?
Siento que es mucho y a veces solo quiero estar acostado viendo televisión.
¿Aguantaré sin comer comida chatarra?
Hice el compromiso comigo y decidí que, cada vez que tuviera un pensamiento saboteador, buscaría la manera de apagarlo para enfocarme en mi objetivo.
Elaboré una lista con actividades semanales, técnica que hasta la fecha utilizo.
Es más sencillo cuando te enfocas en realizar una actividad a la vez, que haciendo muchas.
Tienes que estar al 100% presente haciendo una sola cosa a la vez y, cuando la termines, pasar a la que sigue.
La filosofía de «un paso a la vez» me ha ayudado en los últimos 8 años a cumplir diferentes objetivos en mi vida y ha sido la base para elaborar mis listas con objetivos diarios.
Por ejemplo, para el lanzamiento de El Misterio de la Sociedad Kang, uno de mis objetivos, elaboré una lista de pequeños pasos:
– Corregir capítulo 1
– Resumir eventos importantes del capítulo 1
– Corregir capítulo 2
– Resumir eventos importantes del capítulo 2
Etcétera…
Algo que me ayuda mucho es subrayar la actividad que he completado. Es una manera efectiva de motivar al subconsciente para que vaya por más objetivos.
Para que no te sientas abrumado, divive todas tus actividades en días de la semana. No trates de hacer todo en un solo día, busca la manera de que «hacer un paso a la vez» sea cómodo para ti.
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