Hace unos años me sentía muy escéptico en todo lo que hacía.
Había algo en mi interior que me decía que nada de lo que estaba haciendo valía la pena.
¿Para qué lo haces si nadie te va a leer?
¿De qué sirve dedicar tantas horas a plasmar estas historias?
Estos pensamientos catastróficos eran tan recurrentes que me costaba deshacerme de ellos.
Había algo implantado en mi sistema de creencias que hacía que aparecieran una y otra vez.
EraN como esos dolores de cabeza que te aquejan y que difícilmente se van.
Dudaba de toda mi labor de escritor y pensé en renunciar muchas veces.
Entonces un día le pregunté a uno de mis mentores.
¿Cómo haces para lidiar con el escepticismo?
Él me respondió:
Recuerdo que la gente necesita mi optimismo. La gente me da esperanzas.
Al principio no lo entendí mucho, pero con el pasar del tiempo todo comenzó a tener sentido.
Entendí que no siempre se trata sobre mí, sino acerca de las personas a las que quiero ayudar.
En el caso de los libros, es acerca de las personas a las que quiero entretener con mis historias y darles un escape de su realidad.
En el caso de mis cursos, posts del blog y episodios del podcast, son aquellas personas a las que quiero ayudar a escribir, publicar y vender sus libros.
Esto va más allá de mi mismo. Es algo que trasciende fronteras y universos.
Por ello tengo una obligación moral en seguir compartiendo mis aprendizajes, logros, fracasos para ayudar a otros que están en la situación en la que yo alguna vez estuve.
La frase de mi mentor tiene mucho sentido hoy en día, porque las respuestas de aquellas personas que han encontrado útiles mis contenidos, los han aprovechado y he ayudado en el camino, me dan la fuerza para continuar.
No siempre se trata de ti y tu emprendimiento, sino de aquellas personas a las que quieres ayudar.
Cuando te enfocas en trabajar todo lo que haces sobre eso, la energía con la que haces las cosas cambia.
La tensión disminuye y el escepticismo comienza a irse poco a poco.
Si alguna vez has sentido dudas sobre ti mismo, no estás solo. Yo también he estado ahí y te entiendo perfectamente.
Solo enfócate en ayudar a otros y marca una diferencia compartiendo tu mensaje.
Cuéntame en los comentarios si estos consejos te fueron útiles y si te gustó este post, pasa la voz y compártelo con alguien que necesite leerlo e inspirarse.