¿Qué hacer cuando quieres escribir un libro y no sabes cómo empezar?
No hay peor situación, porque tienes muchas ganas de hablar sobre algo, pero el desconocimiento de un método lo vuelve complicado.
Si te contara la gran cantidad de ideas que fluían por mi cabeza durante mis comienzos, creo que terminaría abrumándote.
Todos los días que salía del empleo, durante el 2014, mi cabeza se sumergía en un mar de historias.
Veía todo tipo de escenas que urgían por ser plasmadas, desde misterio hasta la ciencia ficción.
Llegaba a casa, colocaba mi computadora sobre el escritorio, pero nada fluía cuando quería escribir.
Era sumamente frustrante.
El problema de no saber cómo escribir un libro no yace en la falta de creatividad, sino en la falta de una metodología.
«Si tuviera un plan paso por paso, podría hacerlo cuánto antes».
Apliqué la misma filosofía que usé para convertirme en corredor: acumular distancias cortas en un periodo determinado de tiempo, de manera que fuera más fácil lograr la meta.
Yo nunca pensé que, acumulando pequeños logros, día tras día, se llegaba a la meta.
Como estamos acostumbrados a los resultados inmediatos y las satisfacciones al corto plazo, se nos tapa el mundo y no podemos ver más allá.
Aquí es donde la frase «a golpecitos se derriba un roble» cobra fuerza.
En mi experiencia, he identificado 3 formas con las que puedes comenzar a escribir tu libro, aún y cuando sientes que no tienes tiempo para hacerlo.
1) Calendariza tus sesiones de escritura
No hay mejor estrategia que usar la misma planeación para tus propios objetivos. Te recomiendo usar el calendario de Google, que incluso puedes descargar en tu teléfono.
Agenda un espacio de tiempo en los días de la semana que vayas a dedicarte a escribir y programa un recordatorio de una o dos horas antes de que inicie tu sesión de escritura.
Cuando vayas a comenzar tu sesión de escritura, coloca tu teléfono en modo avión, para que así puedas desconectarte del mundo y no tengas interrupciones, y escribe durante 25 minutos, sin parar.
Hazlo como si estuvieras platicando las ideas en tu misma cabeza o como si estuvieras con algún amigo en un bar. Este disparador de escritura suele ayudar mucho.
2) Fija un objetivo de palabras diario
El contar las palabras cuando escribes tu libro suele ayudar mucho para completar el primer borrador. En mis últimos años como autor he descubierto que no hay mejor forma de completar un libro que elegir un total de palabras.
Aquí podrás ver algunos de los rangos más recomendados
Antes de comenzar a escribir, fíjate bien cual es tu meta a alcanzar. Pueden ser 500, 600 o hasta 1,000 palabras diarias. Escribe sin parar durante 25 minutos y, cuando haya pasado ese tiempo, cuenta las palabras escritas.
Si lograste la meta diaria, felicítate a ti mismo. Si no lograste la meta diaria, utiliza otro bloque de 25 minutos y escribe sin parar hasta que haya pasado el tiempo. Notarás que cumpliste la meta o escribiste de más, lo cual es genial.
3) Utiliza un índice tentativo como una ruta a seguir
No hay nada peor que perder el hilo de tus ideas cuando estás escribiendo tu libro, en mi caso, odio que me suceda.
Me gusta tener un orden de las ideas que estoy escribiendo y, antes de comenzar a escribir, dedico una semana, como mucho, a elaborar un índice tentativo con las ideas ordenadas de lo que hablaré en mi libro.
Pueden ser escenas, temas y subtemas, según el género del libro que estés escribiendo. Si son escenas, trato de que sean ideas muy generales y no tan a detalle, para ir descubriendo la historia junto con mis personajes.
¿Por qué tentativo?
Porque cambiará cuando hayas finalizado el primer borrador de tu libro y, probablemente, se convierta en una línea de tiempo o resumen de ideas, que te ayude a mantener tu historia en orden.
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